Consideraciones a tener en cuenta antes de abrir una lavandería de autoservicio

La lavandería de autoservicio, es un negocio muy atractivo para muchos emprendedores y empresarios, ya que parece funcionar de forma autónoma, automática. Está muy extendida la idea de que funcionan solas.  Los clientes proporcionan su propia mano de obra, y aparte de las lavadoras y secadoras, hay pocos otros elementos esenciales necesarios para abrir. Parece un planteamiento simple, pero sin embargo antes de tomar la decisión de montar una lavandería de autoservicio, el empresario deberá tener en consideración varios aspectos que no siempre son tenidos en cuenta.

La Competencia

La tendencia actual en España es la de abrir una lavandería de autoservicio en cada barrio de una gran ciudad y una en cada población de extrarradio. Ese es al menos el deseo de todo franquiciador o instalador. Parece ser que se tiene un convencimiento de que la demanda puede crecer hasta el nivel de otros países con mayor tradición en el uso de este servicio como por ejemplo EEUU y que existe un gran déficit de establecimientos de este tipo y poca competencia. Pero por el contrario esa costumbre no está tan arraigada en nuestro país y los propios franquiciadores fijan los límites del éxito de implantación cuando te garantizan que no abrirán una lavandería de su marca a menos de un kilómetro a la redonda de la suya. Esa parece ser, digamos, como la distancia de seguridad. Pero Ud. no puede dejar de tener en consideración que se le puede abrir una lavandería de otra marca en una zona mejor situada que la suya, perdiendo su lavandería toda la exclusividad que tenía en un inicio. Por ejemplo, si su lavandería es incómoda, pequeña y con poca maquinaria, ofrece pocos servicios adicionales y tienen instalaciones sucias, sería fácil que la apertura de una nueva instalación le quitara bastantes clientes sólo por mantener su lavandería limpia, poner un televisor o equiparla con máquinas expendedoras o por existir muchos locales libres sin alquilar cerca del suyo, con lo que Ud. vería rápidamente arruinado su negocio.

Los beneficios

El volumen de beneficios que puede dar una lavandería de autoservicio es muy variable. La facturación bruta anual de este tipo de lavanderías puede oscilar (a modo meramente orientativo) entre 30 mil € y 200 mil €. Estas cifras pueden parecer muy atractivas, pero el beneficio real de estas tiendas depende en gran medida de sus gastos fijos. Por ejemplo, usted puede facturar 50 mil € al año y obtener solo 10 mil € de beneficio por no contar con una maquinaria eficiente, o tener un contrato de alquiler mal negociado, o podría obtener 20 mil €   si mantiene sus gastos anuales relativamente bajos.

Servicios Extras

Aquí aún no hemos llegado a una saturación de establecimientos (pero nadie garantiza que no llegue pronto, véase el artículo sobre la burbuja de las lavanderías de autoservicio), pero en países con una gran implantación para destacar de la competencia, muchas lavanderías de autoservicio han comenzado a ofrecer servicios adicionales o extras a sus clientes. Por ejemplo en EEUU está aumentando fuertemente la tendencia de ofrecer un servicio de lavado asistido y plegado de ropa (que evidentemente exige la incorporación de personal), televisores para ver mientras se lava la ropa, café gratis, personal de vigilancia en horas conflictivas, zonas de juegos infantiles, Wi-Fi cafeteras y máquinas de vending. Lo que debe ofrecer depende de quiénes son sus competidores. Por ejemplo, si sus dos principales competidores no ofrecen a los niños áreas de juego o televisión, podría considerar agregar estos servicios a la lavandería para atraer a sus clientes.

Personal

Hoy en día es perfectamente posible gestionar un negocio de lavandería de autoservicio sin la incorporación de personal alguno. Sin embargo, muchos propietarios de lavandería que tienen otras ocupaciones laborales o empresariales, incorporan al negocio uno o dos trabajadores a tiempo parcial para llevar el mantenimiento diario de la tienda, limpieza, reposición de jabones y monedas etc. En EEUU, algunas lavanderías que ofrecen servicio las 24 horas contratan a un vigilante de seguridad privado, no sólo para evitar actos vandálicos, sino también para ofrecer una cierta tranquilidad y seguridad a los clientes. Los propietarios de lavanderías que tengan poca experiencia empresarial deberán contar con un gestor o representante para ayudarle a administrar sus operaciones contables y comerciales.

Los requisitos legales

Una lavandería de autoservicio administrativamente es una actividad clasificada. Por ello para  obtener su licencia de apertura, el ayuntamiento le exigirá un proyecto técnico respaldado por un ingeniero.

En el ámbito municipal, los ayuntamientos tienen casi absoluta libertad para determinar cuales son las condiciones o requisitos necesarios para la apertura de un negocio. Por ello estos requisitos pueden variar considerablemente dependiendo de la ciudad en la que piense Ud. abrir su lavandería de autoservicio. Además y por si fuera poco todo el conjunto de normativas aplicables de algunos ayuntamientos, son como  una jungla, o un enjambre muy difícil de interpretar o conocer en su totalidad, por lo que no es extraño, que una vez abierto el negocio nos empiecen a solicitar nuevas exigencias que no estaban contempladas en el proyecto inicial y que a lo mejor, llegado el momento no podemos cumplir, quedando nuestro negocio en falso.

Por ello y si no queremos tener algún que otro quebradero de cabeza, es importantísimo previamente a dar ningún paso en firme, dirigirse a su ayuntamiento y solicitarle información concreta y de primera mano acerca de los requisitos que nos exigirá a nuestra actividad en el momento de solicitar nuestra licencia de apertura.

Probablemente Ud. oirá muchas palabras de conocidos o entendidos que han abierto su negocio en otra población, y que apenas les ha puesto trabas. Pero piense Ud. y asegurese de cual es la postura del ayuntamiento en determinados aspectos como por ejemplo pueden ser, la consideración de establecimiento de servicio público con la exigencia de que el local cuente con aseos públicos, por ejemplo. O los requisitos mediambientales respecto al control de aguas residuales, o la posibilidad de conectar en un único tubo de extracción el vapor de condensación de las secadoras y los gases de combustión del calentador, etc...

También es muy importante conocer la situación de las viviendas del bloque en cuyos bajos instalamos la lavandería. Tenga en cuenta Ud, que si todos los pisos de inmueble son de un mismo propietario, le será más fácil negociar con una única persona que le autorice a efectuar las obras necesarias para legalizar su actividad, que si el edificio está en comunidad de multiples propietarios, donde deberá enfrentarse a la autorización de todos ellos en la asamblea de la comunidad. Y ya sabemos todos que en estos casos siempre surge el vecino quisquilloso que le molesta el ruido, el calor, o las pelusas que nuestras secadoras depositan en la terraza de su ático.

Todos estos son requisitos y aspectos del proyecto que de no haberse tenido en cuenta inicialmente y de  no poder solventarlos fácilmente a su requerimiento vecinal o municipaol, nos pueden complicar muy mucho el normal desarrollo de la actividad.

Gestión diaria

A menos que usted haya contratado personal para limpiar su lavandería y apoyar la apertura y el cierre del establecimiento, tendrá que visitar su tienda diariamente y realizar las tareas básicas de limpieza y mantenimiento. Deberá comprobar diariamente el estado de las máquinas ya que debido a un uso intensivo pueden desajustarse o averiarse. Deberá inspeccionar regularmente el estado de filtros de las secadoras, correcta combustión si dispone de un calentador a gas, nivel de reposición de jabones y suavizantes, si su sistema los aporta automáticamente etc. etc. Si su lavandería dispone de máquinas expendedoras de las cuales usted no es el propietario, prepárese para interactuar con los proveedores regularmente, no sólo para recolectar su parte de sus ganancias, sino para manejar las quejas de los clientes sobre máquinas que no funcionan y dinero perdido. Otras responsabilidades cotidianas de los propietarios de la lavandería incluyen la gestión de relaciones públicas, marketing y contabilidad.

 

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