¡Hay manchas que no se quitan!

manchas en prendaUna parte muy importante de nuestro trabajo es la de quitar manchas. Tan es así que todo nuestro trabajo puede llegar a ser cuestionado por el mero hecho de no haber eliminado una mancha. El cliente puede pasar por alto un planchado deficiente, una mala presentación, pero difícilmente pasara por alto el que no le hayamos eliminado una mancha. 

Por desgracia para nosotros, algunas manchas son permanentes, ya forman parte del tejido y nuestra persistencia en el intento de eliminarlas puede causar daños en las fibras o tejidos así como la pérdida de color.


Muchas manchas son eliminanadas por la máquina de seco y no requieren ningún desmanchado, otras requieren de nuestra atención. Detectar y eliminar las manchas difíciles requiere un alto nivel de habilidad, conocimiento y experiencia, pero como ya hemos comentado hay manchas imposibles de quitar. En este punto recomendamos la lectura del articulo de Manel Montaña Principios Generales del Desmanchado.

La eliminación de una mancha debe de seguir un proceso gradual y metódico.

Cuando se nos presenta una mancha difícil de quitar, debemos de evitar tomar riesgos innecesarios, y nuestra actitud no debe de tender hacia la temeridad y el atrevimiento. Si nos lo jugamos a cara o cruz tendremos un 50% de posibilidades de dañar la prenda. Un buen consejo ante una situación como la descrita seria la de dejar la prenda para más tarde, con el objetivo de madurar con tranquilidad el proceso que seguiremos. Al fin y al cabo la mancha venía con la prenda, y aunque en nuestro servicio este implícito la eliminación de las manchas, no podemos correr el riesgo de deteriorar una prenda por obstinarnos en querer eliminarla.
Las manchas a menudo requieren de una combinación de productos quitamanchas y de una acción mecánica para eliminarlas. La eliminación tiene que ser como ya hemos dicho gradual y metódica, desde productos y acciones mecánicas suaves hasta productos y acciones mecánicas fuertes, pero, y aquí esta la profesionalidad del desmanchador, sin llegar a deteriorar con nuestra manipulación la prenda. Hay que saber en que momento se debe desistir. No es infrecuente tampoco que tras el intento de eliminar una mancha no excesivamente visible, esta sea amplificada y repartida por toda la prenda. Teníamos que resolverle un problema a un cliente y ahora lo hemos convertido en muchos problemas que son nuestros. Estos casos son muy comunes en manchas de sangre y tinta, en donde tras nuestra intervención la mancha ha calado y se ha esparcido por toda la prenda.

Queda claro que hay manchas que no las vamos a poder eliminar. ya que son parte de la estructura o composición de la prenda y que por mas que nos obsesionemos en quitarla no lo vamos a lograr, muy al contrario terminaremos por generar un problema mayor y de nuestra responsabilidad. Una mancha consiste en prácticamente cualquier sustancia que entra en contacto con la prenda. El tiempo de permanencia en ella es determinante para el éxito en su eliminación. Casi todas las manchas se pueden quitar si se tratan con la suficiente rapidez. Sin embargo, la mayoría de las manchas se convertirán en permanentes si no se tratan a tiempo. Cuando la sustancia entra en contacto con el tejido, la mayoría de las manchas pueden ser extraídas con relativa facilidad. Con el paso del tiempo, las fibras absorben las sustancias y estas empiezan a reaccionar con el tinte de los tejidos provocándose una reacción química irreversible y por tanto permanente.

Las manchas también pueden ser fijadas de forma permanente con la aplicación de calor. Planchar una prenda con manchas, o secarla en secadora hará muy complicados posteriores intentos de eliminar esas manchas.

 

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