Lavanderías de Autoservicio, ¿Competencia real de las Tintorerías?

Antes de abordar de lleno el tema de los costes en las lavanderías de autoservicio, que trataremos en un próximo  artículo y haciendo caso al viejo refrán que reza  "para muestra un botón", nos pusimos manos a la obra para  desentrañar que hay de cierto y real en lo que anuncian y prometen estos establecimientos.

El tema no es baladí,  ya que hemos  encontrado a un buen número de tintoreros/lavanderos, que están muy preocupados por la posible competencia y merma de trabajo que les están ocasionando la excesiva proliferación de lavanderías de autoservicio. Y es que en muchos casos se las plantan delante de su propia tienda.

El profesional de la lavandería que con mucho esfuerzo y dignidad  lleva años batallando con prendas y manchas imposibles, se pregunta como es posible que al precio que cobran y sin ningún operario cualificado estos establecimientos den un buen servicio. 

Y al final cansado de oir a la señora de turno "cuanto cuesta un edredón, oh¡ que caro, me voy a la lavandería de enfrente que me cuesta 9,50€", decide comprobar por si mismo las bondades de dichos establecimientos, más bien por si él estuviera desfasado y se hubiera  perdido algún avance o novedad tecnológica que le impidiese ser competitivo. Y presto decide llevar a lavar al autoservicio uno de esos maravillosos edredones que le traen sus clientes.

Coge el último edredón que le han traido, lo mete en una bolsa de Ikea y abre la puerta de su tintorería dispuesto y decidido a cruzar la calle rumbo la autoservicio.

El objetivo de este artículo  solo persigue ofrecer al profesional de la lavandería comercial asistida una seríe de razonamientos y argumentos lógicos con los cuales defender y valorar su trabajo frente aquellos clientes que con la sola ofuscación del precio, no saben distinguir el servicio standar que les ofrece una máquina que trata todo tipo de ropa de la misma forma, al de la acción esmerada y eficiente del profesional que en todo momento le ofrece la máximo calidad de servicio.

Y  como una imagen vale más que mil palabras,  lo que pasó,  podeis verlo en el video que os dejamos a continuación.

 

 

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Conclusiones  de nuestra experiencia.

Después de habernos puesto en la piel de un ciudadano cualquiera que lleva a lavar su ropa a una moderna lavandería de autoservicio, podemos extraer nuestras propias conclusiones y valorar si realmente estos establecimientos pueden llegar a ser un competidor real de las tintorerías y lavanderías tradicionales.  Y entre otros,  vamos a resaltar los siguientes aspectos que responden en cierta forma a los argumentos que los franquiciadores esgrimen para justificar las bondades y ventajas de emprender un negocio de lavandería de autoservicio, y/o de utilizar sus servicios.   Veamos cuales son :

Eficiencia

Uno de los principales argumentos que resaltan los franquiciadores es la modernidad y la alta eficiencia tanto energética, ambiental y de la calidad de lavado que se consigue con sus modernos equipos de lavado y secado.  Y en parte esta aseveración es totalmente cierta. Las marcas de lavadoras y secadoras que  instalan la mayoría de franquicias, son de última generación y de la más alta tecnología y calidad. En este sentido no se le pueden poner reparos al sistema. Pero olvidan que en la auténtica eficiencia de un proceso de lavado intervienen necesariamente cuatro factores, de los cuales el sistema solo permite seleccionar al cliente uno, la temperatura de lavado.

Estos equipos de lavado no tienen en cuenta el tipo de ropa a lavar y lavan con el mismo programa y los mismos jabones la ropa delicada personal que las toallas de una peluquería. Y todos sabemos que eso no es posible.

De ahí el mal resultado obtenido en nuestra experiencia de lavado. Si utilizas el mismo jabón para todo, este ha de ser en cierta forma suve y neutro para no dañar los tejidos y colores delicados. Es evidente que si el tipo de ropa y la suciedad que tenga requieren de una acción química más potente, al final, la ropa no quedará limpia, como en nuestro caso, y habremos tirado nuestro tiempo y dinero.

Por otra parte, la falta  de programas especificos actúa en la misma dirección. La ausencia de programas con prelavado impide lograr una buena calidad de limpieza en el tratamiento de ropas muy sucias de uso personal. No es posible obtener los mismos resultados para la delicada lencería o generos de punto  que para el lavado de alfombrillas de baño o toallas  usando el mismo programa y el mismo jabón (solo por poner unos ejemplos).

Por último y para finalizar este apartado, en su publicidad se hace mucho incapié en que las lavadoras domésticas que tienen las familias en sus casas, son por lo menos tercermundistas. Que gastan excesiva agua y energía, que no lavan bien, que tardan mucho y que admiten poca ropa. Y estas afirmaciones no son en absoluto ciertas.

Todos sabemos que hoy en día disponemos de equipos de lavado domésticos tan avanzados como los profesionales, o incluso muchisimo más eficientes. Cualquiera puede comprar por un importe moderado una lavadora de alta capacidad de 8 o 10 Kg de carga, con programas especiales para ropa delicada, con sistemas antiarrugas, dosificadores automáticos de detergente, programables a distancia mediante el smartphone, e incluso con sistemas de eliminación de olores mediante la generación de oxigeno activo. Todos estos son argumentos de peso para descartar la eficiencia como argumento o pilar de uso de la lavandería de autoservicio. 

 

Comodidad

A estas alturas y después de nuestra dilatada experiencia profesional, ya no entendemos nada. Nos hemos pasado años intentando resolver el problema que le ocasiona al cliente la gran incomodidad de  trasladar su ropa a la tintorería / lavandería y de repente parece, o nos quieren hacer creer, que ir cargado por la calle con 10 o 15 kg de ropa sucia a una lavandería que está a 300, 400 o a más de 500  de su domicilio, y después permanecer en ella al menos durante una hora, es cuando menos una actividad lúdica gratificante. Ya no tenemos bastante el fin de semana con la tediosa tarea de ir ha hacer la compra semanal al supermercado, que ahora después de comer  en vez de estar viendo comodamente la pelicula de la tarde tenemos que ir a chatear con el smartphone por el wi-fi de la lavandería de autoservicio.  Realmente no tiene sentido.

Hoy en día el cliente está reclamando servicio y comodidad. Solicitar el servicio por el móvil, que le laven la ropa y se la recojan y traigan a su casa y a la hora que le venga bien, etc. Es incomprensible que en el tiempo del puerta a puerta de Amazón, donde hasta nos molesta ir a buscar una pizza y la encargamos a domicilio, nos quieran hacer pensar que sacar la ropa sucia para lavarla fuera de casa es cuanto menos un acto gratificante

Además existen hoy en día operando en el mercado aplicaciones móviles App, que te ofrecen el servicio de lavado de coladas y planchado a unos precios realmente competitivos, con recogida y entrega a domicilio a la hora convenida. El servicio es prestado normalmente por una tintorería o lavandería profesional que llega a un acuerdo con el creador o propietario de la aplicación para que ésta efectúe la labor de la lógistica de entrega y recogida de las prendas en el domicilio del cliente.

No obstante, si que existe un público objetivo  potencialmente usuario de dicho servicio. Pero es muy importante conocer la implantación del mismo, ya que la ubicación de las personas propensas a utilizarlo no alcanzan una distribución homogénea en el territorio, concentrandose en determinadas zonas del mismo.

 

La competencia

Para finalizar, debemos llegar necesariamente a la conclusión de que estos nuevos establecimientos solo pueden llegar a representar una competencia potencial para aquellas empresas de tintorería y lavandería en las  que su nivel profesional sea mediocre.

Un profesional experto sabrá encontrar en todo momento  los argumentos que orienten a su cliente y oferecer en su trabajo el máximo nivel de excelencia que le diferenciará claramente de los resultados obtenidos en la lavandería de autoservicio.

Por otra parte se dará cuenta fácilmente, que el cliente del autoservicio no había sido nunca su cliente, que es un tipo de cliente nuevo que nunca había acudido a una tintorería o lavandería profesional, y que en todo caso lo que sí puede hacer es ganarlo para sí y ampliar su espectro de clientela potencial.

En el próximo artículo, trataremos las consideranciones necesarias que deberá tener en cuenta un futuro inversor, antes de abrir su negocio de lavandería de autoservicio.

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