

CAUSAS DEL AMARILLAMIENTO
1. Degradación de la Fibra – Destrucción, descomposición, cambios internos de la estructura de la fibra, cambio en la estructura de la fibra debido a degradación química o biológica, exposición al calor excesivo, o una sobre-exposición a radiación de la luz y/o el envejecimiento de la fibra. Adicionalmente, algunas mezclas de fibra específicas pueden aumentar la ocurrencia de este problema.
2. Aditivos o Auxiliares Químicos – Es bien conocido que el abuso o mal uso de los químicos utilizados para acabar las telas, como suavizantes, lubricantes, aceites, resinas, agentes abrillantadores ópticos o sales metálicas pueden llevar a un cambio de color no deseado incluyendo el amarillamiento de la tela.
DEGRADACION DE LA FIBRA
Como mencionado anteriormente, normalmente la degradación de la fibra no está considerada como una fuente principal del amarillamiento de las telas, pero los estudios indican que esto si puede ocurrir. Estas investigaciones han mostrado que las fibras naturales como el algodón se degradan y muestran un amarillamiento similar al de las fibras sintéticas como el nylon. Este amarillamiento de las telas se acelera normalmente debido al calor excesivo especialmente en presencia de alta humedad, gran exposición a la luz ultravioleta o almacenamiento por largos períodos que pueden causar el envejecimiento de las fibras. M. Yatagai de la Universidad Femenina Gakuex de Tokio reportó, que hay amarillamiento en una tela de algodón envejecida, una pérdida de resistencia a la rotura, disminución de la absorción de la humedad y disminución de la retención del colorante. Es bien sabido que las telas de nylon y poliéster tienen una tendencia al amarillamiento después de largos períodos de almacenamiento en bodegas con altas temperaturas. Las telas crudas con mezclas con spandex son conocidas por su poca estabilidad en el almacenamiento y normalmente deben ser acabadas dentro de los dos meses posteriores a su fabricación.
ADITIVOS QUIMICOS O AUXILIARES
Los acabados textiles de las telas más modernas emplean fórmulas químicas variadas y complejas dependiendo de los requisitos del uso final. Uno de los aditivos más comúnmente usados es el suavizante de telas ya que pueden ser usados en casa o en lavanderías profesionales, así como en la planta textil. La fuente de estos químicos puede ser productos naturales como grasas y aceites de origen animal químicamente modificadas, grasas vegetales y ceras o productos sintéticos como las ceras de hidrocarburo o silicones.. Debido a la composición química de estos materiales muchos de ellos están sujetos al amarillamiento por la exposición a altas temperaturas, largos períodos de almacenamiento o fórmulas químicas incorrectas.
Muchos agentes abrillantadores ópticos intensifican la apariencia amarillenta. Adicionalmente algunos de estos materiales son sensibles al envejecimiento, su ambiente químico, contaminantes atmosféricos o calor excesivo. Esta sensibilidad puede causar degradación o cambios como que los abrillantadores ópticos puedan amarillear las telas por ellos mismos.
El cloro es uno de los químicos más usados y al que las telas están expuestas más frecuentemente. Usado como desinfectante del agua en procesos caseros e industriales, en albercas y aplicaciones médicas. El hipoclorito de sodio es uno de los más antiguos y más comúnmente usado blanqueador textil. El cloro presente en el agua en los procesos textiles ha sido llamado el “aislante invisible” y es una fuente común del amarillamiento en las telas. El cloro es retenido por el agua de proceso o lavado, por muchos de los acabados con resina usados para el algodón, rayón, o lyocell, acumulándose lentamente y finalmente amarillando y debilitando las telas. El cloro ataca y amarilla las fibras con base de proteínas, como la lana y la seda. También se exhibe de forma significativa en el nylon. Los tratamientos químicos en base a cloro pueden ser benéficos en ciertas telas pero deben aplicarse selectiva y cuidadosamente.
fibras sintéticas como el nylon y poliéster, así como sus mezclas, las altas temperaturas pueden llevar al amarillamiento de las telas y pérdida de resistencia al rasgado. Cualquier químico residual dejado en estas telas durante el termo fijado también contribuye a su potencial de amarillamiento.
CONTAMINANTES ATMOSFERICOS
CONTAMINANTES POR TRANSFERENCIA
La frecuencia en el amarillamiento de las telas o prendas mientras estaban en almacenamiento antes de su venta se ha incrementado desde hace veinticinco años. . Este era un problema particular de los tonos blancos y pasteles. El problema no era uniforme dentro de los rollos de cartón de las telas, algunos rollos presentaban un amarillamiento severo mientras que otros no mostraban ninguna seña de amarillamiento. Después de muchos intentos de aislar en identificar el problema por varios años, los investigadores determinaron que la fuente del problema era lo que hoy se conoce como amarillamiento fenólico, que es el resultado de que las telas sean envueltas en bolsas o empaques de polietileno. Muchos de los trabajos y reportes que han sido publicados explican la química y los mecanismos de reacción de esta formación amarilla. Sin embargo, la esencia de estos estudios ha mostrado que uno los antioxidantes fenólicos más notable es el butil hidroxitolueno (BHT), mezclado con la película de polietileno como un protector y preservante reacciona con el dióxido de nitrógeno que es un contaminante atmosférico para formar el amarillamiento en la superficie de la tela. Este amarillamiento puede causar parches y es normalmente reversible. Puede ser removido con un descrude ácido de la tela o exponiendo la tela directamente a la luz del sol. Se ha descubierto que este amarillamiento fenólico se puede extender en la tela a través del proceso de corte y confección, aún cuando no se había considerado esta posibilidad. Por ejemplo estos antioxidantes fenólicos se han encontrado en envolturas y bolsas de polietileno, cartón y materiales de envoltura y empaque. En el proceso textil estos antioxidantes han sido usados como aditivos en el proceso de extrusión, como acabados químicos, preservantes en los suavizantes textiles, conos, lubricantes, y otros acabados textiles. En la industria de la confección estos antioxidantes fenólicos se han encontrado en las hombreras, entretelas, adhesivos de telas, y lubricantes de los hilos de costura. Obviamente para prevenir este tipo de amarillamiento, se deben escoger materiales que no contengan estos antioxidantes fenólicos. Sin embargo, debido a su uso extendido se pueden encontrar en muchos auxiliares textiles y es muy difícil eliminar el riesgo a su exposición completamente. Por eso, para disminuir el amarillamiento en las áreas de almacenamiento, las bodegas deben estar bien ventiladas para remover el dióxido de nitrógeno y controlar la temperatura. También, cuando sea posible, evitar el uso de gas como combustible en los motores usados en el área de almacenamiento.
CONTAMINANTES DEL CONSUMIDOR
El usuario puede contribuir al amarillamiento de las telas de otras formas. La elección y uso de detergentes y suavizantes pueden ser un factor. La sobre exposición de las prendas en la secadora puede llevar también al amarillamiento. La exposición de las telas a humos y gases de chimeneas, pipas, cigarros, puros y tuberías de gas y tiros de chimeneas con mantenimiento inadecuado dentro de la casa pueden contribuir también al amarillamiento. En lavados profesionales el exceso en el uso de almidones o procesos de planchado conteniendo mucho álcali puede llevar al amarillamiento.
Como un aspecto final, el amarillamiento de prendas de mezclilla específicamente las acabadas con procesos “stone-wash” ha sido un tema de estudio muy importante. .Este amarillamiento ocurre como grandes manchas, así como en los dobleces de la prenda. Los estudios han mostrado que la formación de amarillos es debido a la descomposición de productos del colorante índigo nombrado isatina y el ácido antranílico. El mecanismo publicado muestra que la formación del amarillo ocurre cuando la isatina interactúa con los gases contaminantes de óxido de nitrógeno. El acido antranílico desarrolla el color amarillo a la exposición de la luz solar o en interacción con el ozono. Otros productos de descomposición pueden llevar a la formación de amarillo pero no parecen ser causas mayores del problema de amarillamiento. El amarillamiento de la mezclilla pude ser reducido estando seguros que los jeans sean totalmente descrudados después del proceso de “stone-wash” donde es posible remover estos productos de descomposición del índigo de la prenda. Se recomienda usar prácticas para minimizar la emisión de gases contaminantes..
SUMARIO
La siguiente es una lista general, pero no completa de medidas que se deben tomar para minimizar el amarillamiento de las telas.
• Usar agentes químicos para el acabado que no contengan antioxidantes y preservantes con base fenólica.
• Deben usarse cantidades mínimas de suavizantes, particularmente catiónicos ya que pueden intensificar el amarillamiento por la atracción de suciedad y aceites almacenados en los componentes fenólicos.
• Mantener un ligero pH ácido o alrededor de un pH de seis o menor para la tela final.
• Cuando sea posible usar materiales de empaque libres de antioxidantes fenólicos. Usar películas de empaque que no permitan la penetración de gas.
• Evite el uso de vehículos con motores de combustión interna en bodegas, áreas de almacenamiento e instalaciones de proceso.
• Asegúrese de remover gases dañinos y mantener las áreas de almacenamiento e instalaciones de proceso bien ventiladas.
• Asegúrese que los accesorios de las prendas como hombreras o entretelas no contengan componentes fenólicos que tienen la tendencia de amarillear. .
Como puede ser visto en esta revisión existe una gran variedad de causas para el amarillamiento de las prendas y telas. Cuando sea posible se deben seguir los pasos para prevenir la formación de amarillamiento, más que tratar de quitarlo o “arreglarlo”. Una vez que la tela se pone amarilla, la causa del amarillamiento con frecuencia indica que las posibilidades de corrección son pocas. El amarillamiento indica la degradación de la tela, en cuya instancia, la tela no puede ser arreglada o regresada a su condición original. Un análisis cuidadoso de las causas del amarillamiento de las telas y la atención a los detalles en el manejo y tratamiento de las telas son las claves para minimizar las pérdidas causadas por amarillamiento.
Articulo en pdf Revisión de las causas del amarillamiento en las telas