Roturas en la zona de las axilas

Nos habrá ocurrido en alguna ocasión que tras la limpieza de una prenda, alrededor de la zona de las axilas han aparecido desgarros y descomposición del tejido. La propia vida útil de la prenda y el uso que se le haya dado pueden haber provocado dicho daño. Esto nos ocurre con mayor propensión en prendas finas y delicadas, ya que el propio uso de la prenda provoca tensiones y torsiones sobre las fibras que a lo largo del tiempo terminan por ceder y romperse.

Otro de los motivos por los que puede ocurrir un efecto similar tiene mucho que ver con el sudor y las bacterias. Una prenda como la de la fotografía (camisa de seda) puede degradarse en la zona de las axilas aún siendo relativamente nueva y con poco uso.

¿Por qué ocurre esto?

El amoníaco proviene de la descomposición de los aminoácidos. Se compone de nitrógeno e hidrógeno. El hidrogeno se convierte en glucosa y es como nuestra gasolina. El nitrógeno es un subproducto de desecho que el cuerpo procesa a través de los riñones y lo expulsa en la orina en forma de urea. Si hay demasiado nitrógeno para los riñones, el cuerpo lo eliminara en forma de amoniaco a través del sudor. La permanencia durante mucho tiempo de este sudor, junto con la acción bacteriana convierten al amoniaco en un compuesto alcalino muy agresivo para tejidos como la seda, y provocando daños como los de las fotografías que en ocasiones solo se hacen patentes tras la limpieza de la prenda.

En prendas de seda de color beige o blanco, la acción del sudor produce las típicas manchas y cercos  amarillos, de muy difícil o casi imposible eliminación.

La única forma posible para eliminarlas, es el tratamiento a base de peróxido diluido. Aplicar pulverizado sobre la mancha y dejar el tiempo neesario para que vaya actuando. Repetir la operación una o dos veces más hasta que comprobemos que ha disminuido la intensidd del color amarillo. Finalmente, aclarar bien con agua.

 

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