Últimamente la industria del descanso está llegando a unos límites de sofisticación inauditos.
Existe una especie de competición entre los diversos fabricantes de colchones en ver quien consigue el sistema y los materiales más exóticos y complejos. Ya quedan lejos los tiempos de los colchones de lana, los de muelles y los de espuma.
Desde que aparecieron los colchones de látex parece que la carrera no tenga fin, les siguieron los de viscolástica y ahora parece que la moda está en hacer el colchón en dos partes. Una, el colchón tradicional y la segunda parte lo forma una especie de semicolchón al que llaman "Topper". Todo para alcanzar el máximo descanso, y la verdad es que sí, son comodísimos y duermes como un rey, pero por lo que a nosotros conscierne, empiezan también los problemas.