Hola Alfonso:
Vamos a ver, en tu intervención, creo que apuntas muchas cosas positivas:
1º) Los clientes te vienen recomendados por otros, o por otras tintorerías.
2º) La percepción que tienen de tu tintorería, es que es una "Buena Tintorería"
3º) Tú "no sales a vender, sino que te vienen a comprar"
Si analizas bien estos tres aspectos, te darás cuenta que tienes una gran ventaja competitiva, tu credibilidad y tu profesionalidad reconocida.
Pero a veces eso no es suficinete. Esta ventaja también hay que saber venderla, reivindicarla y hacerla valer.
Es normal que los clientes hoy en día vayan probando diferentes tintorerías, (nosotros mismos, no vamos a cenar siempre al mismo restaurante, ni nos tomamos las cañas siempre en el mismo bar) lo importante, es que vuelvan, y aunque sea al final acudan a la tuya, porque saben que es mejor (con eso ya tienes mucho ganado). Tu trabajo en el dia a dia es convencerlos de que no es preciso que pierdan el tiempo visitando la otra tintoreria, sino que ganarán tiempo, dinero y satisfacción acudiendo directamente a la tuya. Has de hacerles darse cuenta, que generalmente, lo barato sale caro.
Es cierto de que no es un trabajo fácil, ya que requiere de una constancia y superación diaria, pero no olvides, que en el mundo actual la imagen y las relaciones públicas son importantísimas, y tú con tu profesionalidad, eres el mejor relaciones públicas de tu negocio. Convenceles, asesorales, hazte su complice y ayudales a ahorrar dinero.
Haz que tus clientes lo perciban así, y pronto te darás cuenta de que visitan menos "la otra tintoreria".
Por otro lado, y no menos importante, como te he comentado antes, tú no sales a vender, sino que son los clientes los que te vienen a comprar tus servicios.
Piensa bien en esta frase, y te darás cuenta que en esa situación, tú eres el que mandas, el que marca el servicio, la calidad y... el precio.
Cuando alguien quiere una cosa, paga el precio que le pidan, cuando alguien quiere vender algo, el precio lo marca el cliente.
Si aplicas los precios adecuados a tu calidad de servicio (y no el que te marca la competencia), te darás cuenta, de que no perderás ni un cliente, y que rentabilizarás adecuadamente tu trabajo, además de tener la satisfacción de tu profesionalidad y de que tu cliente la aprecia y valora.
Hay que saber darle la vuelta a la tortilla, y saber convertir los inconvenientes en ventajas.
Como siempre, un cordial saludo.