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Plantillas flexibles

Esta medida, de adaptación de nuestra estructura productiva, de ser posible es una de las más interesantes y eficaces de cuantas podamos aplicar. Y decimos de ser posible, porque solo estará reservada para empresas con una determinada estructura, suficientemente amplia para permitir una cierta flexibilidad de la plantilla. En plantillas de uno o dos operarios no será posible implantar el sistema, pero en empresas de tres operarios o más será muy interesante adoptar una estrategis en este sentido.
Pongamos por caso una tintorería que opera con una plantilla estable de 4 operarios con dedicación completa. Esta empresa funciona con una persona recepcionista, otra encargada del lavado y el planchado mecanizado, y dos planchadoras de acabado final a mano. Esta plantilla es la mínima para atender la demanda de producción media anual, por lo cual la empresa la mantiene fija durante todo el año. Ahora bien, la empresa constata que en los meses de invierno (temporada baja) la plantilla es excesiva, disponiendo de muchos tiempos no productivos. Asimismo en los meses de temporada alta, la misma no es suficiente y hay que tirar de horas extras, o incluso contratar personal temporal adicional. La primera consecuencia de ello es un aumento de los costes, y una difuminación de las espectativas de beneficio de los momentos de máxima producción.
En este tipo de empresas, evitar esta disfunción estacional es posible y además se podemos obtener resultados interesantes.
Es evidente que la mayor carga de trabajo en los meses punta recae en el planchado a mano. Es el proceso manual por excelencia, el menos mecanizado, el que acumula mayor estancamiento de la producción. En los otros procesos, las máquinas nos permiten procesar volumenes mayores de prendas, el preplanchado robotizado, el lavado con maquinas automáticas permiten esta circunstancia.
Administrar conveniente la disposición del personal constituirá un factor que puede aportar grandes ventajas. Veamos un ejemplo de como podemos actuar.
Mantendremos fijos los puestos de dependiente, responsable de lavado y primera planchadora, como esqueleto básico productivo.
Es en la segunda planchadora donde efectuaremos las modificaciones. En lugar de disponer de una persona a jornada completa con la rigidez que ello representa, optaremos por la contratación de dos personas a media jornada. No será díficil encontrar mujeres que deseen optar por un empleo a media jornada.
La media jornada de estas dos personas tendrá uina condición especial. Tendremos que pactar el horario de trabajo como jornada anual.
De esta forma en la temporada baja podríamos ir turnando a estas personas en periodos vacacionales, que recuperarían en los meses de temporada alta trabajando la jornada completa de 8 horas sin sobrecoste alguno. De esta forma en los meses de Mayo Junio y Julio, podríamos disponer de tres planchadoras disponibles, sin ningún sobrecoste. Asimismo esta formula es muy interesante para prevenir posibles bajas laborales, ya que siempre podríamos disponer de planchadoras en la plantilla que momentaneamente suplirian la carencia de la persona enferma.
En base a estas premisas se pueden establecer diferentes formulas que cualquiera con un mínimo estudio de su caso puede deducir.
Como podeís ver esta es una formula muy interesante y efectiva, pero unicamente reservada para instalaciones medias o grandes.
Las pequeñas tintorerías con una planchadora no podrán abordar esta problemática si no es pasando por un empleo de las horas extras o la contratación suplementaria.