Todos los ingredientes o elementos químicos de una fórmula tienen una función en particular. Determinados ingredientes le aportan al producto sus propiedades activas, otros pueden ayudarlo a disolverse mejor en el agua o le aportan una fragancia o color agradables. Todo se conjuga en un producto que es sencillo de usar y obtiene excelentes resultados.
Para lograr su papel limpiador, un detergente debe producir numerosos fenómenos, los cuales dependen en general del tipo de sustrato, del tipo de sucio y de las condiciones. Así se han diseñado fórmulas especificas capaces de actuar con eficiencia en casos particulares, y fórmulas generales con resultados más o menos satisfactorios en la mayoría de los casos.
En estas formulaciones entran un gran número de componentes cuyos papeles se complementan uno a otro, a menudo con un efecto de sinergía, es decir un resultado mejor que la suma de los efectos independientes de cada uno de los componentes.
A continuación incluimos una tabla en la que mostramos de forma detallada, los diferentes tipos de componentes que se encuentran en las formulaciones de los detergentes y el papel que juegan. Es posible que algunas familias de ingredientes estén compuestas por uno o varios “tipos”, es decir, subconjuntos en la familia, como se indica a continuación.